En verano las gafas de sol se convierten en un accesorio fundamental para proteger los ojos de los rayos ultravioletas.
En estas fechas las ópticas notan un incremento en sus ventas. Sin embargo, en un mercado tan competitivo como el actual todos los detalles son importantes para lograr que nuestro comercio se convierta en un referente en la venta de gafas.
Es fácil pensar que el escaparate de una óptica presenta pocas posibilidades. No obstante, con un poco de imaginación se puede crear todo un mundo de sensaciones que atraiga a nuestros posibles compradores.
La opción más recurrente es colocar varios bustos, de hombre y de mujer como los que ofrece Retif, colocarles unas gafas, y añadir otros detalles característicos del verano como sombreros de paja. Se puede completar el escaparate con toallas, e incluso con gafas y tubo de bucear, que le aportarán un detalle simpático.
El objetivo es recrear escenarios que transporten a un mundo de sensaciones positivas. Podemos enrollar una pasmina para que actúe como soporte y poner las gafas en ella, complementando el escenario con un bolso de mimbre y conchas.
Crear conjuntos de playa utilizando chanclas y bañadores, o darle un aire más sofisticado añadiendo cócteles, pulseras, y collares para que nuestros posibles clientes se imaginen en una terraza de verano.
Las ideas son ilimitadas. Sólo hay que tener un poco de imaginación, dedicarle tiempo, y reflexionar sobre qué nos gustaría ver a nosotros al pararnos ante un escaparate. Pensar como compradores es una de las claves del éxito.